Hoy día quiero compartir con ustedes un informe interesante sobre la vida de Mate cosido, uno de los bandidos rurales más famosos de
Publicado en la revista Todo es Historia Nº 293, Buenos Aires, noviembre 1991
ALIAS MATE COSIDO
Hugo Chumbita
Fue el enemigo número uno de las “fuerzas vivas” del Chaco: un azote para Bunge & Born, Dreyfus,
Hasta acá lo que cuenta el blog.
Sus últimos ecos rondaban por mil nueve cuarenta.
Cuenta mi papá que por esos años era un mozo de veintidós años que regresaba de la milicia, estamos hablando alrededor de mil novecientos cuarenta y dos.
Mi viejo tenia el cargo de supervisor de cañas, un puesto donde él tenia que ir a vivir solo, en medio del campo llevándose el mismo su catre que era con lo único que contaba el cubículo, el pueblo se llama Donato Álvarez en Tucumán, mi viejo se encargaba de revisar las cañas que traían los campesinos, ya peladas y embaladas solo para ser pesadas, supongo que con eso los dueños del ingenio se ahorrarían mano de obra barata. (Y después se quejan. De los gritos de libertad que generaron, con tanta opresión.)
En eso andaba mi viejo, que por menudo e histriónico caía bien donde fuere, comiendo chivito, charlando con la gente, un buen día se encontró con el mismísimo Mate Cosido. La biografía dice que media
Dice mi viejo que los pobladores lo protegían mucho, sentían que estaba de su lado, que era uno de ellos sufriendo injusticias.
Parece que dormía al amparo de comisarías según el pueblo, el tipo les había caído mal a las autoridades por que una moza que cortejaba, coqueteaba simultáneamente con un policía y eso no se lo perdonaron nunca, endilgándole un delito que no había cometido.
A la vez que el tiempo transcurría la leyenda se acrecentaba, como seria que hasta dividía las aguas entre las autoridades. Según la nota Mate Cosido se dedico al delito en consecuencia de las lágrimas derramadas por su madre cuando lo mando al exilio para que no lo mataran por amores injustos.
Por lo que deduzco que si mi viejo compartió con Mate Cosido un fogón en el cuarenta y dos, debe haber estado rondado cerca de su hogar en Monteros provincia de Tucumán, a lo mejor termino junto a la tumba de su madre, a la que jamás volvió a ver.
Me sorprendió la historia de semejante personaje que se cruzo en la vida de mi viejo. Y que mi viejo lo tenga como tan palpable. Se le sentía la admiración reprimida
No hay comentarios:
Publicar un comentario