Resulta que hace como veinte años mandaron de alguna nación del primer mundo un satélite al espacio, para recabar información sobre el universo. Quiero pensar que tenían el conocimiento para ponerlo en orbita y para bajarlo, pero fíjense que no, esta por aterrizar no se sabe en que lugar del planeta.
Resulta que el bicho, el que esta en el cielo va caer el viernes y no se sabe donde.Solo se salvan los polos y el norte de Rusia excluidos por posición geográfica.
Se imaginan que una minúscula parte del bicho volador (para ser mas exactos tiene el tamaño de un colectivo) por mas que no llegue entero se ira rompiendo a medida de su entrada a la atmósfera. Puede ser un hecho totalmente olvidable o puede producir una tragedia de enormes proporciones.
Entonces estamos indefensos ante algo que fue producido en otro tiempo, en otro espacio GUAU! Da como un poquitin de adrenalina, de vértigo el asunto.
En fin el viernes la ciencia imperfecta nos hará mirar al cielo.
Y los soñadores de siempre estaremos esperando que aterrice en el monumental a salvo el anillo del Capitán Beto (Nave emblemática de toda una generación argenta) para rebatir la leyenda que sin brújula y sin radio, jamás podrá llegar a la tierra.
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