A ver, a ver si podemos repensar un poco la contradicción principal de las tomas de terreno en el Indoamericano. O sea la gente pobre y marginal (que no tiene futuro, por lo tanto hay que darles el gusto, que se maten entre ellos.) lo se, terrible,
“Se trata de un negocio creciente por el cual se cobran alquileres de entre 500 y 800 pesos a personas que están imposibilitadas de alquilar a través de inmobiliarias, pagando depósitos y montos adelantados. (Carlos Rodriguez nota pagina 12, 25/12/2010)”
Entonces estamos ante la feroz avidez a la que nos lleva el capitalismo salvaje, pobres cobrandole a pobres por pobreza. O creando la necesidad de comprar cada vez un aparato nuevo y así sacarle al que menos tiene para asegurarse el futuro con cuotas irrisorias y tenernos a su merced por cinco años. Esclavizando nuestra posibilidad de tener una vida propia y no estar al servicio de las grandes corporaciones, que lo son gracias a nosotros consumidores culturales de sus corpomedios que son vampiros chupasangre de la clase trabajadora. Entonces quien tiene la culpa de las tomas? Quien se beneficia? Yo vivo, de preguntar saber no puede ser lujo…
El escaramujo
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