La escena transcurre en un lugar impensado para los dos, pero a veces la vida presenta estos pequeños vericuetos que de alguna manera nos hace sentir que "esos locos bajitos" hoy son hombres. Fue Salta, si Salta ,la linda ,imagino que los dos fueron por diferentes motivos, mi hijo mayor, de 28 años seguía al Indio Solari en su nuevo recital junto con sus hermanos, él desconozco sus motivos, se encontraron ahí en alguna calle de Salta. Mi hijo dirigiéndose primero lo saludo, luego le pregunto amablemente: "
Digame, a usted le pagan por decir las cosas que dice o realmente las piensa?" a lo que el otro le contesta, acusando con un dedo:
"usted me esta diciendo ladrón! yo no soy ningún ladrón, usted me ofende!" dio media vuelta y se fue. Hay muchísimas interpretaciones al respecto, se develaria facilmente revelando a los protagonistas, él que contesta irritado es un personaje publico, periodista,formador de subjetividad de varias generaciones de argentinos y complice ideológico de varios golpes de estado, sicario de todos los poderosos de turno con su tono de profesor universitario y siempre bien presentado ante las cámaras, con lenguaje meloso, hipnotizando a multitudes a traves de la pantalla con su discurso judeo-cristiano, bueno, explicación mediante de los protagonistas, me pregunto: en que palabra este personaje se sintió que le decían que había robado, porque para ser ladrón se tiene que robar no?

Digo, si uno tiene claro algunas cosas, no todas, solo algunas, la pregunta no es comprometedora si no puede decirse que si no hay nada que esconder se puede contestar con un, por ejemplo: "no, yo digo lo que pienso..." pero parece que este profesor hay cosas que no puede explicar, de todas maneras la nota viene a cuento que algunos pensamientos de los padres pueden ser mejorados por nuestros hijos, con categoria y delicadeza, dejándole bien en claro que su ideología es el dinero y que todo lo demás le chupa un huevo, estoy hablando de Mariano Grondona.
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