sábado, 27 de junio de 2009

Paso a paso

En la antigüedad, cuando dos ejércitos se enfrentaban en una batalla, demoraban varios días en recuperarse. Le reorganización de las fuerzas demandaba tiempo para la curación de los heridos, el regreso de los dispersos, la recuperación física. Todo ello requería un tiempo proporcional a la de cantidad de efectivos, el daño recibido, la duración del combate etc. Ello se puede observar en todo grupo humano, incluso en las sociedades, grupo de grupos. Los hechos sociales y políticos conmocionan, crean conciencia, determinan futuras actitudes. La dictadura se nos llevó a lo mejor de una generación, a la vez que cortó la correa de transmisión de la memoria histórica del movimiento obrero. La retórica ligth y plañidera de los "democratas" que se sucedieron en el poder y los nefastos diez años de menemismo hicieron el resto; nuestra sociedad se asemeja a esos ejercitos diezmados. Recién mostró signos de recuperación en los sucesos del 19 y 20/12 de 2001 y continúa hasta hoy con la "centroizquierda" en el poder. Pero es tan pequeño el espacio que conquistamos! Esto que nos gobierna hoy es lo más a la izquierda que pudimos llegar! La consciencia de nuestra gente está tan lejos de un país, no ya socialista, siquiera solidario, como De Narvaez de la distribución del ingreso. Por eso creemos que la pelea que se dará en las urnas el día de mañana es crucial para, por lo menos, consolidar ese pequeño espacio. Estamos tan atrás en la conciencia que todavía se discute sobre las bondades del neoliberalismo! de echo, la oposición más importante es neoliberal confesa. Es que los grandes grupos económicos no van a perder así nomás el control del país que en estos años, al menos, se les discutió. Quieren todo, como antes. Por lo tanto la lucha está planteada, ya llegará el tiempo de romper con esto y conformar un gran frente que junte a Pino, Heller, Ibarra, Sabatella y demás, el cual también será otro pequeño paso adelante en la construcción de la sociedad socialista en la que queremos vivir.

miércoles, 24 de junio de 2009

Un cacho de cultura

Según Binford: Cultura es todo aquel medio cuyas formas no están bajo control genético directo... que sirve para ajustar a los individuos y los grupos dentro sus comunidades ecológicas.
Se concibe la cultura como el mecanismo evolutivo para la supervivencia de los individuos y los grupos, entendiendo los usos, costumbres, creencias, etc. cómo el sistema que sirve para aumentar las probabilidades de supervivencia del grupo estudiado.
Goodenough: La cultura de la sociedad consiste en todo aquello que conoce o cree con el fin de operar una manera aceptable sobre sus miembros. La cultura no es un fenómeno material: no consiste en cosas, gente, conducta o emociones. Es más bien una organización de todo eso. Es la forma de las cosas que la gente tiene en su mente, sus modelos de percibirlas, de relacionarlas o interpretarlas. Cultura consiste en normas para decidir qué es, para decir que puede ser, para decidir qué es lo que uno piensa acercar de, para decidir qué hacer con, y para decidir cómo ponerse a hacerlo.
La cultura aquí se interpreta como organización mental de los individuos para poder comprender el mundo que les rodea, es una esquematización comprensible para el individuo de una realidad compleja que sin ser esquematizada no puede ser conocida.
Lévi-Strauss: Las culturas como sistemas simbólicos compartidos que son acumulativas creaciones de la mente. Los principios de la mente generan estas elaboraciones culturales. Las condiciones materiales de subsistencia y la economía constriñen (pero no explican) los mundos vividos. El mundo físico en el que viven los seres humanos proporciona los materiales en bruto que los procesos universales de la mente elaboran según pautas sustantivamente diversas, pero formalmente similares. La mente impone un orden culturalmente pautado, una lógica de contraste binario, de relaciones y transformaciones, a un mundo continuamente cambiante y frecuentemente caótico.
La cultura es una creación mental que se origina como consecuencia de tamizar las experiencias a través de los sentidos y de la mente humana. Los seres humanos sólo pueden comprender la realidad en términos de blanco o negro. Como el mundo no es así, los individuos crean pautas de interpretación de la realidad en forma de lógica computaciónal, es decir contestando sí o no.
Consideremos el conjunto de los trabajadores de un instituto de enseñanza secundaria. En primer lugar, nos referiremos a la relaciones jerárquicas; estas relaciones, son impuestas desde instancias superiores, que tienen capacidad de castigar y premiar y que potencian esta estratificación. Por otra parte, la separación jerárquica es asumida por todos los individuos del grupo, sin embargo, en el ámbito de las relaciones personales, al no tratarse de una empresa privada, no se observa ningún tipo de clasismo.
Existen por otro lado, una serie de mecanismos de relación y convivencia no escritos, por ejemplo aquel individuo que crítica a otro en lo referente a su labor profesional, es rechazado en general. Los comentarios de este tipo, sólo se pueden establecer entre individuos con una relación de amistad. En lo referente al lenguaje, se usarán dos jergas completamente distintas : la jerga legalista y pedagógica, y una traducción de ésta, al lenguaje común y concretamente al de los estratos más bajos de la sociedad. Otro aspecto distintivo de este grupo es la conceptualización de los alumnos en forma bipolar, es decir un alumno es listo o tonto, es un alumno modelo o es insoportable, se puede sacar provecho de él o es un futuro delincuente.
Respecto de la primera definición, podemos considerar que la toma de postura acerca de las relaciones jerárquicas por parte de los individuos, al no existir ninguna posibilidad de promoción dentro del grupo, es un medio de evitar conflictos. Por otra parte, al no existir ningún superior que pudiera promocionar a determinados individuos, no tiene demasiado objeto ejercer la crítica acerca de aspectos laborales puesto que la competitividad entre los trabajadores no se ve premiada de ninguna manera, al contrario, el individuo que critica la labor de sus compañeros puede verse apartado del grupo y condenado al aislamiento. Esta postura de sumisión a la jerarquía y el tipo de relaciones interpersonales existentes, puede entenderse, como un mecanismo adaptativo para evitar disfunciones dentro del grupo.
Respecto de la segunda definición, existe una cultura consistente en las normas internas y no escritas que nos dicen que debemos pensar acerca de, como a actuar en determinadas situaciones, etc. Valga el ejemplo de la interpretación interna sobre el escalafón jerárquico, es decir, estamos hablando de una percepción común sobre el exterior para poder ayudar al individuo en su actuación: que se puede hacer, cuando se puede hacer, cómo actuar y cuando actuar.
Respecto de la tercera definición, podemos hablar de una cultura que es una conceptualización mental sobre el mundo físico al que se enfrenta este colectivo. La existencia de dos jergas completamente distintas puede entenderse como la traducción mental de un lenguaje abstracto y poco inteligible a unos términos asumibles en la mente del individuo. Esta transcripción nos indica que existe una reelaboración del mundo exterior. Estamos hablando de una transcripción simbólica a términos más sencillos que son operativos para poder definir la conducta. Parte fundamental de esta conceptualización es el tratamiento de los individuos en forma bipolar, en términos de contraste binario como dice Lévi-Strauss.

Este texto ha sido extraído de http://www.antropos.galeon.com/html/index2.htm
que es un portal sobre antropología muy interesante.

martes, 23 de junio de 2009

No pasarán!

Cuando en las notas anteriores hablamos del triunfo cultural del capitalismo, que se expresa en todas y cada una de las acciones de las personas, hablamos de la distancia a la que nos encontramos de la posibilidad de cambios estructurales a nivel social. Esa cultura, individualista, competitiva, mercantilista, presente en todos los que crecimos en este sistema, es la que ahora, en el siglo veintiúno, cuando el neoliberalismo llevó al capitalismo a la quiebra, cuando su estrepitoso fracaso hundió a la Argentina, provoca que un importante porcentaje del electorado se vuelque a esas ideas que tanto daño nos han hecho.
Con las confesiones públicas de Macri y De Narváez de sus intenciones privatistas y la de Prat Gay de recurrir nuevamente al FMI es esperable que sus porcentajes bajen, de lo contrario se confirmaría que gran parte de nuestra gente esta sumergida hasta las cejas en esta cultura.
En este contexto, nos parece que es vital la pelea por derrotar definitivamente al neoliberalismo, principal motor de esta cultura, para recién aspirar a gobiernos populares con estrategia socialista. Sin una mayoría que, por lo menos acompañe un proceso revolucionario, los cambios son imposibles. O habría que implementarlos de manera autoritaria repitiendo la historia de la mayoria de los estados obreros. Por eso es crucial que esos sectores que por ignorancia oscilan entre el progresismo y el uno a uno, comiencen a aceptar medidas, tibias como las de este gobierno, pero las más fáciles de digerir para un sector que como decia Bertold Brecht "repiten lo que dicen los medios". Por todo esto es que si bien las mediciones de Pino Solanas nos parecen una buena noticia, creemos que el voto a Heller es la pelea más directa contra los neoliberales en todas sus formas. A Pino lo vemos y lo deseamos en un frente con Heller, Sabatella y la izquierda, si se decide a crecer, para futuras batallas. El socialismo es una construcción, un día a día, con avances y retrocesos, si lo pensamos para nuestros nietos quizás lleguemos antes

viernes, 19 de junio de 2009

Dime cómo manejas…

Hace ya unos años que se ha instalado el tema del tránsito en toda referencia que se haga de la ciudad. Esas cifras vacías de producción de automóviles que se difundían antes de la crisis mundial, cobran sentido a la hora de entrar o salir de la ciudad en horas pico. La cantidad de vehículos es impresionante. Largas colas se observan en los accesos y la demora es cada vez más angustiante. Y no transcurre un día sin que escuchemos por los medios de accidentes en esas vías. La cifra de muertes por accidentes de tránsito es la mas alta del mundo. Si bien la cantidad de autos y el tamaño de la ciudad son problemas sin solución, los accidentes son totalmente evitables. Por qué entonces ostentamos ese triste record?
En una pequeña acción puede vislumbrarse la totalidad de una personalidad. Con una actitud ante la vida se pone de manifiesto nuestra subjetividad: somos lo que hacemos. Manejar un automóvil no difiere en absoluto de manejar la vida. Por lo tanto, manejamos como vivimos. No somos distintos cuando subimos que cuando bajamos del auto, cuando caminamos o cuando conducimos. Somos la misma persona! Y no existen accidentes de tránsito si se respetan las normas que lo regulan, de lo que se desprende que hay accidentes porque vivimos incumpliendo las reglas. Si bien esto puede aplicarse a toda nuestra realidad, Cromagnon por ejemplo, solo vamos a referirnos aquí al tema del tránsito. Cuando cometemos una infracción, (pasar un semáforo en rojo por ejemplo) qué estamos diciendo? “yo soy el vivo y no me importan los demás” es lo que salta a la vista. “No me importa si con mi acción me perjudico y lo hago con otro”. Lamentablemente esta es la misma actitud con la que se vive. Tampoco nos importará el otro en el negocio, en la empresa, en el club, etc. Al que no le importa el otro cuando maneja su auto tampoco lo hará fuera de él. Y basta con repasar nuestra historia para ver como ésta actitud generalizada nos ha llevado a situaciones trágicas. Es parte del triunfo cultural del capitalismo: yo primero, el otro que espere. Yo soy el vivo el otro es el idiota. Y así escribimos nuestra historia.

miércoles, 17 de junio de 2009

Una buena noticia

En este mismo blog se puede ver que argumentamos nuestro apoyo a Heller y a este gobierno en la perspectiva de facilitar la construcción de una subjetividad revolucionaria, elemento indispensable, a nuestro juicio, para la transformación social. Y en este sentido, todo viraje a la izquierda del electorado de la Capital Federal, suma para ese horizonte. El "fenómeno Pino", como se titula en los diarios, es un soplo de aire fresco para una oposición que realmente da asco. Habla de un sector de la ciudad que comienza a aceptar propuestas más radicalizadas que las del gobierno, propuestas que nos colocan más en sintonía con la realidad latinoamericana. Es, sin duda, una buena noticia. Entre el 13,1% de Pino Solanas, el 11,1% de Carlos Heller y el 6,9% de Anibal Ibarra, según las encuestas, se contaría con mayoría "progresista" en la Legislatura y eso, al menos, dificultaría los planes neoliberales de Mauricio Macri. Además de mostrar una evolución, a pesar del bombardeo mediatico, en el pensamiento de la clase media porteña, y eso si que es una buena noticia!

lunes, 15 de junio de 2009

"Siempre hubo pobres y ricos"

Siempre hubo pobres y ricos, es la frase que expresa la resignación de esta humanidad, que entiende que no hay escapatoria, que el mundo es así como lo dicen los medios, que lo importante no es un puesta de sol sino el ultimo celular que trae música, filma graba y viajas por Internet etc. te venden cosas que no necesitas, te inventan la vida, y somos responsables de semejante barbarie, tenemos que parar, trastocamos los valores del sentido de la vida, nos dejamos atrapar por el consumo sin medir las consecuencias de este en nuestro mundo, no aprendimos nada y somos dos segundos en la historia del universo, quienes nos creemos que somos? Tenemos que aceptar que nos equivocamos , que es cierto no podemos ir para atrás, hay que ir para adelante pero pensando lo que vamos hacer, repensándonos, ver la manera de reciclar todo lo que nos hace mal y aprovecharlo en nuevos productos que sean realmente necesarios y útiles para que todos podamos aprovecharlo y no sea del uso de unos pocos, las cosas materiales son para ser compartidas para hacernos la vida mas fácil, para mejorarnos haciendo para otros, sin que el otro lo vea no vale la pena tener objetos, existimos por que fuimos deseados por un otro tomamos conciencia de la realidad a través de otros y repetimos modelos que no se actualizan , no entendemos que el universo esta en expansión y que el fin es inevitable , que no somos indestructibles no se trata de quien gane o pierda acá perdemos todos, todos los que descubrieron e inventaron nuestros antepasados todo lo que hoy se esta haciendo , el presente no hace mas que generar el futuro.

sábado, 13 de junio de 2009

Wiphala

Desde el sur del Río Bravo un torrente revolucionario recorre las laderas de los Andes enamorando a sus pueblos, movilizando a su gente. Una luz de esperanza acaricia la tierra morena. El pueblo Aymara nos muestra el camino, la Wiphala ondea al viento ya libre de opresores. Evo Morales conduce a su pueblo camino al socialismo y a la integración latinoamericana. Vivimos un momento único, una oportunidad histórica de hacernos fuertes contra el imperio. El enemigo lo sabe y se organiza. Ningún egoísmo debe confundirnos. El camino es muy largo y se camina al paso del más lento, si no, jamás llegaremos.

lunes, 1 de junio de 2009

Porqué Heller?

En los años 70, cuando se hablaba de “dominación imperialista” se hacía referencia a las transnacionales, al idioma, a la moda y muy pocos reparaban en la transformación de la subjetividad que el “american way of life” traía aparejada. Hoy, cuando la izquierda habla del tema, solo la concibe en términos político-económicos. Se ignora por completo que el triunfo del capitalismo, lo que lo llevó a perdurar más allá de todos los pronósticos, no es solo económico, político, militar, si no, fundamentalmente, cultural. Cuando la vida de la mayoría está abocada al consumo el capitalismo descansa y se proyecta en la eternidad. Cuando las mercancías se transforman en símbolos de poder estamos derrotados. Cuando Menem ganó ¡tres veces! el capitalismo reía a carcajadas. Cuando ganó Macri en Capital ya deberíamos darnos cuenta. O al menos tratar de entender donde estamos parados.
Aparentemente la revolución socialista no es un suceso si no un proceso histórico que comienza precisamente con el nacimiento del capitalismo y quizás no termine nunca. Es decir, la imagen de la toma del Palacio de Invierno debería tomarse como un episodio en el proceso revolucionario antes que como la revolución misma. Porque las sociedades se componen de personas y, hasta que éstas no experimenten cambios en sí mismas, la sociedad no cambia. Y estos cambios se producen, como dice Pichón Riviere, luego de las pérdidas.
En nuestro país, la crisis del 2001 trajo aparejadas pérdidas sin precedentes para los argentinos. La caída brutal del poder adquisitivo y del empleo abrió la posibilidad de cuestionar la política que hasta ese momento dominaba la escena nacional y mundial: el neoliberalismo. La movilización popular barrió cinco gobiernos en una semana hasta que se estabilizó con la asunción de Néstor Kirchner. Se puede decir entonces que éste gobierno es el resultado de la crisis de ese momento. Pero lo que no debiera perderse de vista es que aquella elección la ganó Menem y luego abandonó. Es decir, a pesar de los grandes desastres que causó el neoliberalismo, casi la mitad de los argentinos lo votó. Esto nos muestra el terrible nivel de conciencia de nuestra gente y explica el triunfo de Macri en Capital. Ahora bien, con este estado de conciencia, con el fascismo que anida en la clase media y algunos sectores bajos, ¿cómo creer que es posible la aceptación de alguna consigna revolucionaria? Para esos sectores este gobierno es revolucionario y no acepta medidas mínimas como la redistribución de la riqueza. El establishment aprovecha y se lanza a través de sus medios a atacar sin piedad al gobierno. Se crea una atmósfera de descontento virtual, se miente. Los mismos métodos que la derecha boliviana, venezolana, etc. Pero allí parece que lo vemos mejor. Nadie duda de los ataques de la prensa contra Chávez por ejemplo, aquí se les da crédito. La izquierda, incapaz de ver matices, ubica al gobierno a la derecha junto a Menem, Videla, Hitler y Atila y cree, desgraciadamente, que el descontento acerca votos hacia ellos. Es tan pequeña su pelea que nadie los ve. Sus partidos se han convertido en quioscos que garantizan la supervivencia de sus dirigentes. Su máxima aspiración es cuatrerear algún militante de otra secta y los votos se van para la derecha. Y con ellos, nuestra esperanza de seguir conquistando espacios en la cabeza de la gente y en el poder.
Los que soñamos con una sociedad sin clases debemos tener algo en claro: este no es nuestro gobierno. Es un gobierno peronista, su estrategia no es el socialismo si no un engendro de conciliación de clases que Perón llamó “la comunidad organizada” en el contexto histórico que ya conocemos. Es un gobierno con altos índices de corrupción como todo gobierno capitalista. Pero es cien veces preferible a la derecha! Este es un gobierno que nos permite construir, que puede hacer avanzar la conciencia de muchos sectores para los cuales todo lo que huela a izquierda es inaceptable, que no nos obliga a retroceder y defendernos todo el tiempo. Porque realmente se debaten dos modelos de país (capitalistas, por cierto) pero coyunturalmente antagónicos y ahí no se puede dudar en que vereda pararse. O un gobierno que nos facilita la construcción y el avance de la revolución, aún con toda su mierda, o la restauración neoliberal. Por eso Heller.