miércoles, 13 de octubre de 2010

Habrá que darse cuenta

por Guillermo

En diciembre del año pasado colgué mi último post. Eran los tiempos de la pelea por el Banco Central y del advenimiento del engendro Fort. Vuelvo también a las calles con el inefable taxi. Buenos Aires me sorprende: hay el doble de trabajo que el año pasado y las críticas al gobierno se volvieron elogios. Mis compañeros están eufóricos, no quieren el aumento de tarifa porque "si así estamos bárbaro" Nunca se trabajó como en este momento. No solo la recaudación creció si no el número de viajes. La gente abarrota bares y shoppings, sale con bolsas de los comercios, consume, gasta...es feliz. Un plomero me cuenta que antes lo llamaban cuando el agua les llegaba a la rodilla, "ahora lo hacen para encargarme refacciones, cambios de temotanques, etc." "este es el mejor año de mi vida" me dice una pequeña empresaria de combis. Qué pasó? dónde quedaron los vaticinios apocalípticos? todo lo terrible que acontecería "a fin de año" Quizás habrá que darse cuenta que lo mejor es enemigo de lo bueno y reconocer que este gobierno está llevando adelante las transformaciones que la izquierda no pudo ni supo conseguir. Habrá que darse cuenta que sin derrotar al neoliberalismo y a las corporaciones no hay posibilidad de cambio alguno (para qué hablar de revolución?) Estábamos mucho más atrás de lo que pensábamos. En la subjetividad de la gente, en la construcción de poder, en la autonomía como clase. Todavía este gobierno, que también es burgués, no puede sancionar una ley de medios por la resistencia de un solo grupo. La pelea es feroz. El estáblishment salió con los tapones de punta a enfrentar todo intento transformador. El gorilismo de las capas medias renace en todo su odio como en la época de Perón. Los dos modelos económicos quedan al descubierto: neoliberalismo o estatismo progresista. No hay otra opción posible en esta coyuntura histórica. Qué otro partido o movimiento podría llevar adelante esta cruzada sin caer en el intento? Y, sin éstas transformaciones básicas, de qué revolución hablamos? Por eso quizás habrá que darse cuenta y acompañar este proceso hasta que nos muestre su techo. Habrá que decidirse por una de las dos veredas, no se puede andar por el medio de la calle y pretender que no nos pisen.

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