por Graciela
Yo vine para preguntar,
flor y reflujo
soy de la rosa y de la mar
como el escaramujo.
Yo vivo de preguntar,
saber no puede ser lujo…
Canta Silvio en mi parlante, algo de eso hay, ya que si saber no es un derecho, seguro será un izquierdo, por un lado, esta anunciando el derecho de saber, como el del agua, el del trabajo, el de la vivienda digna, etc. Y por otro si no viene, hay que buscarlo con el izquierdo, el siniestro, el lado oscuro según la cultura judeo-cristiana y la guerra de las galaxias.
Por eso, según los medios, detrás de cada toma de colegio, no están los problemas edilicios, la falta de calefacción, el hacinamiento, las viandas vencidas o en mal estado. Están los “políticos”. Cháaau! la mala palabra, la que nos prohibieron decir durante mucho, mucho tiempo, ya que era sinónimo de subversión, de peligro, no se puede pensar distinto del resto.
Eso más o manos resumiendo fue lo que trataron de hacer en todos estos años desde el comienzo de la democracia.
No lo lograron, por que esta en nuestra naturaleza, es casi la clave de la evolución, el cambio, la crisis. La humanidad dio sus primeros pasos cuando el hombre comenzó a desafiar sus limites, los propios y los de su medio ambiente.
Eso nos define como humanos, podemos modificar la naturaleza, pero por sobre todas las cosas tenemos “la palabra”.
“Yo no vengo hacer política, yo vengo a estudiar” que conocido me suena, estudiar es hacer política, hasta te diría que vivir es hacer política.
Pasan los siglos y la humanidad persiste en perseguir al político, claro, para los grandes poderes es un estorbo. Porque preguntar hace resonar en la cabeza sobre sus chanchullos y se les complica el panorama. Ahora no vamos a retroceder, el cambio esta en marcha.
Soy el destino del mar, soy un niño que pregunta…
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