viernes, 16 de octubre de 2009

La argentinidad al palo

La Selección Nacional de fútbol se ha clasificado para jugar el mundial de Sudáfrica. Después de varios meses de sufrimiento, el objetivo ha sido cumplido. Es cierto que nadie imaginaba semejante incertidumbre con las figuras con que cuenta este equipo, pero todas las selecciones del mundo pasan momentos de crisis más allá de los rendimientos individuales en sus clubes. El tema es como encarar esas crisis. Diego Maradona se hizo cargo de un team frustrado, discutido, impotente frente a rivales menores y, a diferencia de otras ocasiones, tomó el toro por las astas. El periodismo le criticó los innumerables cambios y convocatorias, las marchas y contramarchas, las contradicciones, pero sabemos que el periodismo vive del conflicto, real o inventado. El técnico parecía desorientado pero buscaba una solución en los nombres cuando el problema era más de fondo: la disposición táctica. Lamentablemente, el fútbol lírico (ese que "nos gusta a los argentinos") parece haber muerto. Que Italia sea el último campeón del mundo nos da un indicio que el resultado manda. El fútbol se ha convertido en un negocio tan formidable que no deja lugar para la diversión, el "jogo bonito" o el "fútbol champagne" solo sirve ganar. A Basile le gustaba decir: "siempre jugamos igual" cuando ya nadie lo hace. Brasil, el icono del fútbol espectáculo, cambió su juego para enfrentar a la Argentina y lo vuelve a cambiar según el rival. Este parece ser el futuro del fútbol. Y Diego lo entendió contra Uruguay. Se jugó el partido más inteligente de la era Maradona y nos depositó en Sudáfrica.
Se puede buscar un paralelo entre esta selección y algunos clubes argentinos en cuanto al proceso (con perdón de la palabra) por ejemplo Independiente; el club de Avellaneda realizó una paupérrima campaña en el torneo apertura pasado. Américo Gallego, su técnico, probó jugadores de las inferiores borrando a algunos "numero puesto". Durante muchas fechas cambió el equipo y también parecía desorientado, pero de a poco apareció el once titular y hoy está a un punto de la cima del torneo. La diferencia es que el Tolo los tiene a su disposición todos los días para probar y reprobar. Diego solo cuenta con sus players cuatro días cada dos meses. Pero tuvo el coraje de poner a jugadores que a la postre fueron clave para la clasificación: Schiavi, Palermo, Bolatti ocuparon puestos que eran "intocables" y nos abrieron el camino al mundial. Este, al igual que Independiente en su momento, es un equipo en formación. Con más tiempo de entrenamiento seguramente aparecerá esa formación que quizás no nos enamore, pero que será eficaz a la hora de enfrentarse al mundo. El fútbol espectáculo habrá que mirarlo en el potrero o cuando el rival lo permita, lamentablemente.

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