martes, 2 de noviembre de 2010

Los imprescindibles también mueren

Hay personas que se meten en el corazón sin pedir permiso. Toman decisiones que mejoran la vida, que emocionan, que enorgullecen, que enamoran…enamoran a una ciudad, a una provincia, a un país, a un continente…Hay personas que rompen nuestros paradigmas y nos obligan a pensar otros, a construir otros. Que, con total desfachatez, le dan un puntapié a la frontera de lo posible. Que nos sorprenden. Que nos devuelven las ganas de militar, de comprometernos, porque se puede soñar, te invitan a soñar.
Néstor Kirchner hablaba de amor, demostraba amor, que “a riesgo de parecer cursi” diría El Che, es, a mi juicio, la fuerza revolucionaria más extraordinaria que posee la humanidad. Era de esos tipos que te arrancan un aplauso en cualquier lugar, que te devuelven la tan necesaria pasión. Que sacuden al mundo. Marcan un quiebre y un salto en la conciencia colectiva. Plantan mojones en la historia, para no retroceder. Provocan que durante tres días, en una gigantesca misa pagana, un pueblo llorando le jurara lealtad. Que miles de pibes florezcan en las calles. Néstor Kirchner culminó su obra militando, mostrando a la Argentina profunda que no salía por TV. Ese pueblo agradecido, ese pueblo militante que hoy dice: FUERZA CRISTINA, ESTAMOS CON VOS!!